domingo, 27 de septiembre de 2015

"Quando arribo a casa..." Diccionario terminológico de la historieta



Pantuflas, batín, regaliz y butaca.
Y, como poco, quince minutos al día los paso así de divertidamente haciendo brazo con el Dicionario terminológico de la historieta a la rebusca de palabros. Para babear con unos, como liánhuánhuá y pepín, o siniestrarse con otros, por lo general, términos arrastrados aún hoy en medio de las risas de toda aquella cultura pasada y remota que fue la literatura dibujada. Aunque precisamente por ser diccionario el Diccionario terminológico  de la historieta no pueda permitirse reírse de ellas.
Hay días para todo con un dicionario en las manos, y en manos velludas de un ecce mono aficionado encontrar (pág. 71) coffee-table book (1) puede dar oportunidad a delirantes búsquedas de tebeos cocinados al asiento de urinarios públicos, libros de historietas para mancos que podrían llamarse... No, parece que no existe nada parecido, por lo menos ninguna definición vocacional sobre esos productos. Aunque a veces dejo castigado en la cama a ese niño que buscaba picha-pene-pilila en su minidiccionario Vox ilustrado de segundo de E.G.B. diciéndole aquello de "En ocasiones me hago el muerto". Es entonces cuando de verdad me pierdo buscando la cartela, el cartucho y la didascalia, persigo rápidamente sus entradas en el diccionario: miro la definición de cada una así de reojo, y, ayudándome del limpio marcapáginas que regalan con cada ejemplar, revuelvo entre las distintas acepciones que muchas veces le hemos otorgado equivocadamente a algunas de estas palabras. ¡Qué escalofrío descubrir que alguien encerró un gato negro tras esa pared!
Y no, no habrán poliésters (2). El diccionario hay que pagarlo. Menos yo, que soy afiliado mutualista sustanciero de esa la Asociación Cultural Tebeosfera y me lo mandaron gratis. Por santo, por guapo y por... por ser socio y cumplir con el pago de la cuota anual, para que decir otra cosa cuando se trata de un diccionario. Un libro como neutro (o científico) con el que sería abominable identificarse del modo en que a veces los lectores aficionados a la hierba del cOmic hacemos con un tal crítico, tal divulgador o tanto comentarista, incluso con una teoría, una moda, una forma de ver las cosas y así. Sin que la pobre moda ni los pobres críticos seguramente nos lo pidieran. Un diccionario es para gastarlo útilmente. La diversión llega sólo después de lacrarse a toses y mocos con las relaciones entre los términos a la vez que se accede al conocimiento de su coexistencia en distintos campos relativos a la producción y creación de historietas donde pueden ser empleados con diferentes sentidos, en ocasiones más estrictos o acotados, aunque otras veces más vulgares, pero en definitiva superpuestos de un modo tormentoso que necesita de cierta clarificación para conseguir asegurar su correcta identificación y uso. Como muestra el Diccionario terminológico de la historieta.
Hasta ahora yo me he dedicado a rumiar palabras como monografía, género, formato, paginación, foliación, y como cien más de las que tienen una importancia básica para la catalogación del querido ungüento ojigráfico. Ya sobre el perfume y los aromas han caído otras como plana y plancha, al parecer la segunda tiene más peso, y la primera ni se puede pesar. Consulte cada uno su ejemplar de este diccionario.



Distribuidas ordinariamente según el A, B, C de cualquier diccionario, con la primera y última entrada en la esquina superior de las páginas pares e impares, como no podía ser de otra manera en un diccionario sobre el medio historietístico se han seleccionado series de imágenes tomadas de entre lo mejor que han dibujado los mejores mediante las que ilustrar algunos de los conceptos. De ese modo una famosísima secuencia de la historieta Master race de B. Krigstein (pág. 294) ilustra políptico (3); otra muestra perteneciente al Nick Fury, agent of SHIELD de Jim Steranko (pág. 353) hace lo propio con spread page (4); Private eye, de Brian K. Vauhgham y Marcos Martín, con onomatopeya; Bill Watterson y Calvin and Hobbes para montaje rítmico. Y muchísimas más. Como ya dije, los muy adictos gozarán acuartelándose bajo las líneas isoglosas de la jerga comiquera actual y pasada de acudir a las entradas para cuadernillo y cuaderno, comic book y cómic y comix, tebeo y novela gráfica. Que para nuevos primates recién llegados al banal consumo podrán no ser especialmente emocionantes, pero para el eréctil ecce mono historietensis constituyen una revolución brusca y dialectal de lo más cachondona. Aunque, ya lo advertí también, un diccionario no esté en este mundo para eso: estos mamotretos eméritos esenciales no orientan el pensamiento, sino que a partir del cotejo de los conceptos que han sido de uso nos auxilian marcando la dirección de sus imbricaciones en determinados puntos más o menos estables a la vez que señalan incluso sus contradicciones. Yo, como buen españoleto amante desaprendedor de la madre lengua franca del universo, las cosas del inglés, gozo de forma suicida con todas las palabras que hemos heredado de los indios de los USA no siempre de forma totalmente justificada. Más allá de etiquetas editoriales como ómnibus o el integral francés, que los editores hacen muy bien en utilizar abaneándolas como pañuelos de seda ante el público consumidor, me han interesado otras como merchandising, al haber estado utilizando durante toda la vida mercadeo por ser incapaz de escribir "Sieinkevísch" de forma correcta. Me dejo el flashback, que a estas alturas debería acentuarse.
Los usos que en privado se le den a este el diccionario de la ACyT Ediciones pueden ser más o menos inconfesables. Supongo yo que una de las formas de rentabilidad más inmediata será echarle el anzuelo a las entradas (incontables ellas) que refieren el lenguaje de la historieta, y, de un modo particular, las técnicas artísticas empleadas por los creadores, los términos técnicos relativos a la edición y los conceptos narrativos. Yo recomiento su compra y su abuso generalizado, sobre todo a los comunicadores y a todos aquellos que aman el género (5).

Por aquí carretera a la ficha técnica del glosarium de la historietitis, e intrucciones para su compra:

http://www.tebeosfera.com/documentos/entregas/diccionario_terminologico_de_la_historieta_acyt_2015.html

http://www.tebeosfera.com/ediciones/

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1 Coffee-table book

Expresión aplicada a libros de grandes dimensiones y diseño exquisito en los que se plantea la edición como un fin en sí misma
Esta expresión metafórica inglesa alusiva a un impreso de gran tamaño, en realidad sirve para distinguir ediciones de cómics en las que tanta importancia tiene la forma (la cuidada presentación y la calidad de edición) como el contenido, como ejemplifica la colección ACME NOVELTY LIBRARY.

2  Poliésters

Bueno, vale, puede que yo sea el único que dice poliésters en vez de spoilers. Pero casi cuela, ¿o no?

 3 Políptico

Composición dibujada en la que se repite un mismo motivo varias veces con intención de generar una sensación de ubicuidad, de aglomeración (de recuerdos, por ejemplo) o de ralentí en el relato historietístico.

4 Spread page

En inglés, despliegue de dos páginas consecutivas que actúan narrativamente como una sola, porque en ese espacio se reparte la acción desarrollada en una o varias secuencias o viñetas.
Se trata de un tipo de desglose que sirve para acentuar el dramatismo de una acción o para mostrar una panorámica o un gran plano general si así lo exige el guión. Por no ser tan habitual en la industria europea de historietas, no suele utilizarse el término en español, ni siquiera su traducción: página desplegable o doble página.
Este anglicismo escrito spread-page se usa como adjetivo.

5 Género

Algún día tengo que ponerme a quemar papeleras, o algo. Los amantes del género... ¡¡¡el género!!! 

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